Aquellos estudiantes que se comprometen con la metodología de Egg y demuestran participación activa durante su proceso, maximizan su nivel de aprendizaje, tienen menores probabilidades de abandonar y adquieren habilidades que los acercan a conseguir sus objetivos laborales.
¿Te imaginas insertarte un chip en el cerebro que te permita aprender chino, alemán o cualquier habilidad que desees en cuestión de minutos y sin ningún tipo de esfuerzo?
Hasta que este sueño se haga realidad- ya hay grandes avances sobre el tema 😉-, la participación activa sigue siendo uno de los pilares fundamentales en el proceso de aprendizaje. Es que una actitud pasiva que solo involucra escuchar a un profesor o leer un libro, no alcanza para adquirir nuevos conocimientos de forma significativa.
Así lo estableció Edgar Dale, un pedagogo estadounidense que desarrolló un interesante método llamado la Pirámide del Aprendizaje. Según teorizó, lo verdaderamente eficiente a la hora de aprender es por un lado hacer, pero principalmente enseñarles a otros. Puedes conocer más sobre la Pirámide de Aprendizaje en el siguiente blog.
Justamente son dos de los pilares de la metodología cooperativa de Egg: realizar ejercitación de forma constante para poner a prueba los saberes teóricos adquiridos en cada clase y trabajar en equipo para colaborar con el proceso de aprendizaje de tus compañeros. Así, cuando alguno de ellos se encuentra con un obstáculo que le permite avanzar en algún tema que entiendas con claridad, podrás explicarle lo que necesita. De esa forma fijarás el nuevo conocimiento algo que no lograrás de ninguna otra forma.
Por todo esto, es fundamental que te comprometas con la metodología de Egg y tengas en cuenta las siguientes acciones y actitudes desde tu primer encuentro.
-Prende tu cámara y micrófono
Habilitar tu cámara y micrófono durante las sesiones de grupo de Zoom crea un ambiente de aprendizaje más cercano y personal. Te permite conectarte tanto visual como auditivamente, lo que facilita la colaboración y la comunicación efectiva. Si prefieres no mostrar tu entorno puedes seleccionar un fondo predeterminado de Zoom o descargarte aquí uno de los divertidos fondos de Egg.
Por supuesto que habrá momentos en los que podrás silenciar tu micrófono para no distraer a los demás, pero siempre estás a un click de activarlo tanto para responder preguntas, como para consultar tus dudas.
-Atrévete a romper el hielo
Superar el miedo a hablar en público es una habilidad crucial en la vida profesional. Fomenta la confianza y la autoexpresión, lo que lleva a un aprendizaje más profundo. Ya sea tu fuerte o no, puedes mejorar esta capacidad durante tus encuentros.
Por eso te animamos a ser la primera persona en hablar con tus compañeros apenas se encuentran en tu sala de grupo de Zoom. Puedes empezar por presentarte, contar de dónde vienes y qué te motiva a realizar el curso. También te sugerimos incentivar a otros a compartir sus experiencias, así como sus dificultades y dudas.
-Aportar, preguntar y decir «No Sé»
Tener una participación activa durante el curso implica compartir ideas, hacer preguntas y admitir cuando no sabes algo. Esto crea un ambiente de aprendizaje enriquecido donde se comparten conocimientos y se construye el entendimiento colectivo.
No hace falta tener siempre la respuesta correcta, sino escuchar al otro, tratar de entender qué necesita y entre todos tratar de arribar a una solución. Y recuerda, si la duda persiste siempre puedes requerir al pedido de ayuda y esperar al mentor con una explicación clara y concisa sobre la necesidad del equipo.
-Reconoce a tus compañeros
Una vez finalizado el encuentro no te olvides de dar tu pulso, es la forma que tienes para reconocer a aquellos compañeros que te ayudaron a resolver tus dudas, te incentivaron o simplemente favorecieron la cooperación. También puedes dar un pulso a toda la mesa si te sientes satisfecho y te gustaría repetirla.
Esta información será tomada por el algoritmo de la cooperación humana para definir las futuras conformaciones de los equipos en los que continuarás tu proceso de aprendizaje.
Participación activa: ¿qué logro con estas acciones?
Si todavía te quedan dudas sobre los beneficios de comprometerte con la metodología cooperativa, te contamos que en estos años de trabajo (desde el 2015) hemos logrado comprobar que aquellas personas que dan lo mejor de sí y tienen una actitud activa, no solo maximizan sus niveles de aprendizaje, sino que también tienen menores probabilidades de abandonar porque encuentran motivación tanto en los contenidos como en sus compañeros.
Pero además se acercan más a lograr sus objetivos laborales, ya que están mejor preparados para enfrentar sus screening técnicos y han trabajado su red de contactos (networking) con compañeros con quienes comparten los mismos intereses.
Por todos estos motivos: al prender la cámara, activar tu micrófono, atreverte a hablar, aportar, preguntar y dar pulsos a tus compañeros, marcarás la diferencia y te prepararás para comenzar a transitar un camino profesional por demás exitoso. Conoce las historias de nuestros egresados que se comprometieron y lograron cambiar sus vidas.
